La Cuarta Transformación es un proceso de cambio esencialmente anti-neoliberal, que ha emprendido una serie de acciones y reformas para fortalecer derechos y la soberanía nacional. La democracia ha figurado entre los ejes que la 4T busca reforzar, para bien del pueblo, por ello se ha impulsado el voto libre, la transparencia en los procesos electorales y la realización de las consultas ciudadanas.
El impulso a una democracia cada vez más participativa, está llegando a un punto de consolidación, con la propuesta de reforma electoral del gobierno del Presidente Andrés Manuel López Obrador, que hoy se encuentra a revisión en las Cámaras Legislativas, y que, de aprobarse, abrirá las puertas a la creación de un nuevo régimen político.
La iniciativa para una reforma electoral fue esgrimida en mayo de 2021, pero fue en abril de este año que se materializó en una propuesta que puede ser resumida del siguiente modo:
Consideramos que la propuesta en su conjunto representa un cambio rotundo del régimen político, pues descarta el factor económico como uno de sus principales estímulos, promoviendo una nueva política, vista como servicio público y participación ciudadana, lo que a su vez entra en concordancia con la voluntad de combatir la corrupción y estimular la actuación de los ciudadanos en todos los asuntos públicos.
Negamos que la propuesta de reforma pretenda desaparecer al INE y vulnerar la democracia, tal como lo afirman falsamente los grupos y liderazgos del conservadurismo; al contrario, la iniciativa busca arrebatarle el instituto electoral, a la facción política que lo tiene secuestrado, la encabezada por Lorenzo Córdova, para que la citada institución sirva a los intereses del pueblo y democratizar plenamente a nuestro país.
La propuesta de reforma puede tener faltantes, pero es un comienzo importante. Para la Unidad de las Izquierdas significa sentar las bases de futuros cambios que nos lleven a una democracia participativa más sólida, en que el pueblo sea su único protagonista y beneficiario.